El español golpeó repetidamente su raqueta en una muestra de ira poco habitual (Imagen: TENNIS TV)

“Quiero disculparme por mi actitud de ayer, no fue buena y eso no debería pasar en la cancha”, escribió Alcaraz. “Soy humano, los nervios se habían acumulado y a veces es muy difícil controlar cuando hay esa tensión. Trabajaré para que no vuelva a suceder”.

Alcaraz, hablando después del partido, asumió la responsabilidad de no poder mantener sus emociones bajo control en el calor del momento. Ciertamente no fue lo que la gente está acostumbrada a ver del español, que necesitará sacudirse el polvo antes del US Open a finales de este mes.

“A veces sentí que quería romper la raqueta”, admitió. “Nunca me había pasado antes porque podía controlarme en esas situaciones, en esas sensaciones. La mayoría de las veces podía controlarme y podía ir mejor en los partidos o en las situaciones que había sentido antes.

“Hoy no pude controlarme porque, como dije, sentía que no estaba jugando ningún tipo de tenis. Creo que algunos jugadores, muchos jugadores, durante sus carreras y en ciertos momentos, no pueden controlarse a sí mismos y ese fue uno de esos momentos para mí”.

Alcaraz continuó haciendo una crítica condenatoria de su propia actuación contra Monfils, diciendo: “Sentí que fue el peor partido que jugué en mi carrera. No pude jugar. Honestamente, he estado practicando muy bien aquí en este torneo. Los días anteriores, me sentía muy bien, golpeando la pelota con claridad, moviéndome bien.

“No sé qué pasó. No sé cómo me sentí así, pero no pude controlarme. No pude estar mejor. Así que este partido, era imposible de ganar”.